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Toxina botulínica

La toxina botulínica es un compuesto natural producido por la bacteria Clostridium botulinum. Aunque su nombre pueda sonar intimidante, esta sustancia ha demostrado tener una amplia gama de aplicaciones en el campo de la medicina. En este artículo, exploraremos qué es la toxina botulínica, sus diferentes tipos y los usos más comunes que se le dan en la actualidad.

¿Qué es la Toxina Botulínica?


La toxina botulínica por lo tanto, es un complejo de neurotoxina segregada por un microorganismo llamado Clostridium Botulinum, esta toxina es completamente biológica, es decir, que no es creada química ni sintéticamente. Aunque esta bacteria puede ser perjudicial en grandes cantidades, la toxina botulínica se utiliza en dosis muy pequeñas con fines médicos. Funciona bloqueando las señales nerviosas que controlan la contracción muscular, lo que la convierte en una herramienta eficaz en el tratamiento de diversas condiciones médicas y estéticas.

En resumen: Relaja los músculos que deseamos temporalmente, durante unos meses.

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Tipos de Toxina Botulínica


Las diferentes cepas de Clostridium Botulinum producen 7 tipos de toxina inmunológicamente distintas (de la A a la G). Las aprobadas para uso clínico son la A y B. Entre ellas la más usada es la tipo A por su eficacia.

En Europa se comercializan distintas marcas de toxina botulínica tipo A. Las diferencias esenciales entre una marca y otra son prácticamente la presentación y el laboratorio que las fabrica.

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Usos de la Toxina Botulínica

Inicialmente el uso de este tratamiento fue médico. La primera aplicación clínica de la infiltración local de toxina botulínica se realizó en 1977 como tratamiento corrector del estrabismo, una patología oftalmológica que se caracteriza por la hiperactividad de los músculos encargados de movilizar el globo ocular. Desde entonces, su uso se ha extendido no solo en el ámbito de la medicina curativa, sino también en el de la medicina y cirugía estética. Existen cada vez más aplicaciones para este tratamiento.

Entre los diferentes usos que podemos darle a la toxina botulínica podemos destacar los siguientes:

  • Tratamiento de arrugas faciales
  • Levantamiento de cejas
  • Tratamiento de la hiperhirdosis (sudoración excesiva)
  • Corrección de asimetría facial
  • Tratamiento de líneas de expresión en el cuello
  • Reducción del bruxismo (hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes)
  • Tratamiento de migrañas crónicas
  • Tratamiento de la elasticidad muscular

En este artículo nos enfocaremos en el uso estético del mismo, aunque hablaremos muy brevemente del resto de posibilidades. 

1 – Tratamiento de arrugas faciales

El tratamiento de arrugas faciales con toxina botulínica es uno de los usos más comunes y populares. Al inyectar pequeñas cantidades de la toxina en los músculos responsables de las arrugas, se logra bloquear la contracción muscular y suavizar las líneas y arrugas, brindando un aspecto más juvenil y descansado. La toxina botulínica se utiliza principalmente en áreas como la frente, las patas de gallo alrededor de los ojos y las arrugas del entrecejo. El procedimiento es rápido y generalmente indoloro, y los resultados suelen ser visibles en pocos días, durando varios meses.

Además de su efecto estético en la reducción de arrugas, el tratamiento con toxina botulínica también puede tener beneficios terapéuticos. Al relajar los músculos faciales, puede aliviar afecciones como el blefaroespasmo (parpadeo involuntario), el espasmo hemifacial (contracciones musculares involuntarias en un lado del rostro) y las distonías cervicales (contracciones musculares dolorosas en el cuello).

Todos conocemos a alguien o sabemos de personas que se han realizado este tratamiento, sin embargo no puede tomarse tan a la ligera.

Para el tratamiento de las arrugas faciales es necesario tener un amplio conocimiento de la musculatura facial, además de experiencia y destreza para lograr óptimos resultados estéticos.

Por esto Clínica Sanza le recomienda que sea un profesional altamente capacitado quien realice el procedimiento.

Para poder explicar mejor el tratamiento de arrugas con toxina botulínica, conviene saber que hay dos tipos de arrugas, y ambas son tratables: arrugas dinámicas y estáticas.

Arrugas dinámicas

Estas son todas aquellas arrugas, o surcos en la piel, que se denotan al momento de realizar una expresión o algún movimiento facial como sonreír o fruncir el ceño. Estás arrugas no suelen causar ninguna molestia a nadie, pero con los años puede ser que sean cada vez mas profundas y notorias, incluso molestas a ciertas edades o antiestéticas.

Arrugas estáticas

Las arrugas dinámicas con el paso del tiempo se convierten en estáticas, esto quiere decir que, sin necesidad de hacer ninguna expresión o movimiento voluntario, se ven a simple vista en el rostro.

 

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Estas arrugas aparecen conforme avanza la edad.

Como se mencionó anteriormente, ambos tipos de arrugas son tratables, siempre y cuando se analicen cuidadosamente los puntos de aplicación de la toxina botulínica.

El médico debe valorar bien su rostro y gesticulaciones, así como sus líneas de expresión. Prestar atención a cada uno de los movimientos faciales que le molesten y ponerse de acuerdo con usted en que arrugas y líneas de expresión se pueden atenuar o paralizar completamente para que el resultado se vea como el que usted desea.


2 – Tratamiento de hiperhidrosis (Sudor)

La hiperhidrosis es una hiperestimulación de las glándulas sudoríparas, de cualquier parte del cuerpo, la cual puede detenerse mediante la toxina botulínica.

El tratamiento con toxina botulínica tipo A para la hiperhidrosis frontal, axilar, palmar o plantar es sumamente efectivo. El mecanismo de acción de la toxina a este nivel, consiste en la denervación química de los receptores de las terminaciones nerviosas simpáticas en las glándulas sudoríparas, lo que inhibe la creación de sudor. Los resultados son percibidos a los 3 o 4 días de la aplicación del tratamiento, y la duración del tratamiento es de unos 6 meses.

La aplicación del tratamiento repetidamente a lo largo de los años, puede hacer desaparecer el problema definitivamente. Esta técnica se aplica comúnmente en las axilas, las palmas de las manos y las plantas de los pies, y los resultados pueden durar de 6 a 12 meses, por lo que aconsejamos repetirlo 2 o 3 veces al año, si es preciso, y durante unos años para que cada vez necesite menos dosis o conseguir resultados definitivos.


3 – Elevación de las cejas

Otra forma de utilizar la toxina botulínica es para la relajación de la porción lateral y externa del músculo orbicular del ojo. El efecto estético de la elevación de la cola de la ceja es un signo de rejuvenecimiento sobre todo en las mujeres.

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Debemos tener en cuenta que el músculo que se encarga de levantar las cejas es el músculo frontal, sobretodo en su parte central.

En la parte lateral o cola de la ceja el músculo orbicular, justo debajo del pelo de la ceja, tiene la función de tirar la ceja hacia abajo, por lo que al aplicar  toxina botulínica en esta región, se logra relajar este músculo y así elevar la cola de la ceja para dar una apariencia más refinada y juvenil.

Se ha de ir con cuidado de no elevar demasiado la cola de las cejas y provocar el efecto de cara de sorpresa.

4 – Corrección de asimetría facial

La toxina botulínica puede ser utilizada para corregir asimetrías faciales leves. Al relajar selectivamente ciertos músculos faciales, se puede lograr un equilibrio más armónico en la apariencia facial.

5 – Tratamiento de líneas de expresión en el cuello

Además de su aplicación en el rostro, la toxina botulínica puede ser utilizada para tratar las líneas de expresión en el cuello. Esto ayuda a reducir la apariencia de bandas musculares y arrugas verticales en esa área.

6 – Reducción del bruxismo

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, lo que puede causar desgaste dental y dolor facial. La toxina botulínica puede ser inyectada en los músculos de la mandíbula para reducir la fuerza de la masticación y aliviar los síntomas del bruxismo.

7 – Tratamiento de migrañas crónicas

Las personas que sufren de migrañas crónicas a menudo encuentran alivio con la aplicación de toxina botulínica en áreas específicas de la cabeza y el cuello. Este tratamiento puede reducir la frecuencia y la intensidad de las migrañas.

8 – Tratamiento de espasticidad muscular

La toxina botulínica se utiliza en el tratamiento de la espasticidad muscular, una condición en la que los músculos se vuelven rígidos e inflexibles debido a daños neurológicos. La inyección de toxina botulínica en los músculos afectados puede ayudar a relajarlos y mejorar la función y la movilidad.

 

Conclusión

La toxina botulínica es una herramienta versátil en el campo de la medicina, con aplicaciones que van más allá de la medicina estética. Desde el tratamiento de arrugas faciales hasta el alivio de la hiperhidrosis y la corrección de asimetrías faciales, su uso ha demostrado ser seguro y efectivo. Sin embargo, es importante que estos procedimientos sean realizados por profesionales médicos capacitados para garantizar resultados óptimos y seguros. Si estás considerando un tratamiento con toxina botulínica, consulta con un especialista para evaluar tus necesidades y expectativas individuales.

Fotos antes y después de aplicar toxina botulínica

Antes Después

Vídeo de diferencias entre Ácido hialurónico y Toxina Botulínica

Habitualmente la gente confunde los dos términos. Este vídeo te explica muy brevemente la diferencia entre ponerte toxina botulínica y ácido hialurónico. Los dos sirven para eliminar arrugas pero no son lo mismo, hay que utilizar uno u otro dependiendo de la arruga a tratar y la zona de la cara.

Sea cual sea tu caso, no dudes en consultarnos
Clínica Sanza en Barcelona, calidad de servicio

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