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El Tabaco como causa de envejecimiento prematuro

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El 28 % de los españoles fuma tabaco, lo que sitúa al país ligeramente por encima la media (26 %) de la Unión Europea (UE), según datos publicados por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

Siendo un hábito tan común, están muy bien descritos los efectos del tabaco en cada uno de diferentes órganos y sistemas; pero normalmente no se hace referencia a los efectos sobre el órgano más grande de todo el cuerpo, a piel.

La intención de este artículo no es querer imponer un estilo de vida o atacar a quien mantenga este hábito, en

clínicas Sanza queremos ayudar a quien esté interesado por tener un estilo de vida más saludable, esparcir conocimiento y proporcionar tratamientos beneficiosos para aquellos que han notado los efectos del envejecimiento de su piel por fumar o haberlo hecho.

¿Que contiene el tabaco que lo hace tan dañino?

El humo del tabaco es un aerosol en la que se aislaron aproximadamente 4.000 compuestos químicos diferentes.  Entre ellos, los dos componentes más estudiados en la aparición de los efectos nocivos, son el monóxido de carbono (CO) y la nicotina.

El efecto tóxico del CO se debe a su capacidad para unirse a la hemoglobina en sangre (molécula responsable del trasporte de oxigeno (O2) a casi todos los tejidos del cuerpo) ya que esta fuerza es 220 veces mayor a la que tiene el O2. En el fumador se produce un estado de hipoxemia continua (Es decir, menos oxígeno en la sangre). Esta hipoxemia altera los procesos biológicos básicos de todos los tejidos para la producción de energía y supervivencia de las células.

Dicho en pocas palabras, sin oxígeno suficiente la célula envejece y luego muere…

La nicotina, molécula responsable de generar dependencia, su absorción es rápida cuando alcanza la pequeña vía aérea. Ella produce varias respuestas a nivel neurológico que generan sensación de bienestar y alivio al consumirla. Esto la hace una substancia que crea dependencia, convirtiéndose en un hábito muy difícil de eliminar. La nicotina genera vasoconstricción y disminución del flujo de los vasos sanguíneos periféricos, esto se traduce en una piel seca y acartonada, sin brillo, envejecida.

La mayoría de los efectos adversos del tabaquismo son dosis dependientes, lo que quiere decir que, a mayor cantidad consumida, mayor serán los efectos nocivos. Pero también es cierto que no hay un nivel de consumo “seguro para la salud”.

Un Informe de la Sociedad de Cirugía de Estados Unidos en el 2010: »How Tobacco Smoke Causes Disease: The Biology and Behavioral Basis for Smoking-Attributable Disease» Concluye en dos conceptos fundamentales:

  • El consumo de tabaco comienza a dañar el organismo desde que se comienza a fumar.
  • El consumo de unos pocos cigarrillos por día igualmente es dañino para la salud.

Tabaco y piel

El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo siendo esto más manifiesto en la cara, porque al tabaco se suman los efectos de los rayos ultravioletas del sol.  La nicotina disminuye los niveles de vitamina A, produce cambios en la cantidad y calidad del colágeno lo que produce una piel más frágil y de aspecto envejecido o acartonado.

Entre las alteraciones en la piel inducidas por consumo de tabaco están:

  • Arrugas prematuras
  • Piel deshidratada y atrófica
  • Cabello reseco y quebradizo
  • Manchas amarillentas en dedos de fumadores
  • Olor corporal a tabaco
  • Dificultad en cicatrización
  • Cáncer

Además de la nicotina y el CO, el humo del cigarrillo contiene gran cantidad de otros componentes que también resultan tóxicas. Todas estas sustancias son capaces de desencadenar la formación de radicales libres.

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Los radicales libres son especies químicas sumamente reactivas y nocivos para varios componentes celulares como su membrana y el material genético. Producen reacciones de oxidación-reducción que terminan produciendo envejecimiento celular

Como se altera la oxigenación y el aporte de nutrientes, también se afecta la cicatrización. Por un lado, genera disminución de la oxigenación tisular e inhibición de la multiplicación de células reparadoras. Por otro lado, se detiene la producción de nuevo colágeno.

La síntesis de colágeno distorsionada en los pacientes fumadores genera mayor tasa de complicaciones posquirúrgicas como reapertura de la herida operatoria, cicatrices hipertróficas o queloideas, manchas inflamatorias, menor supervivencia de los colgajos e injertos.

Otro efecto sobre el deterioro de las fibras de colágeno es la perdida de elasticidad y la formación de arrugas en la piel. Las arrugas son consideradas como un marcador significativo de envejecimiento cutáneo, y su desarrollo está relacionado a varios factores: edad cronológica, base genética, exposición a la radiación ultravioleta, factores ambientales tóxicos, nutrición, enfermedades, el consumo de esteroides y fuerzas mecánicas.

El efecto del consumo de tabaco sobre las arrugas faciales, no se hace presente hasta la edad media de la vida (35 a 40 años), siendo más significativas en la mujer que en el hombre a igual consumo de cigarrillos.

Las arrugas aumentan con la duración y el número de cigarrillos fumados

Un estudio epidemiológico demuestra que el fumar cigarrillos es un factor de riesgo independiente de la exposición solar para el desarrollo prematuro de arrugas. Sin embargo, las arrugas prematuras fueron mayores cuando se sumaron ambos factores de riesgo: hábito tabáquico y fotoexposición.

La buena noticia es que los daños causados por el tabaco son tratables. Existen diferentes tratamientos para aportarle proteínas, factores de crecimiento y vitaminas a la piel que le harán recuperar su elasticidad, color y brillo natural.

¿Cuál es el tratamiento más efectivo para mejorar los daños producidos por el tabaco?

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No existe un tratamiento milagroso para rejuvenecer la piel en una sola sesión, es por ello que hay diferentes terapias en el mercado y con todas ellas se aplican múltiples sesiones. Lo que si podemos afirmar es que la combinación de diferentes tratamientos producen un efecto sinérgico o sumativo para aportar factores de crecimiento, estimular la producción de fibras de colágeno, eliminar las capas más envejecidas de la piel y así devolverle un aspecto juvenil.

¿Qué puedo esperar del tratamiento?

Es importante ser conservador en los tratamientos, haciendo sesiones poco agresivas o de menor intensidad y más repeticiones, de esta manera se evitan complicaciones como quemaduras, manchas inflamatorias, ulceraciones. Los cambios serán más evidentes a partir de la 3ra o 4ta sesión, en el caso de disminuir o abandonar el hábito la recuperación sería aún más rápida y notoria.

Conclusiones

Los efectos envejecedores del tabaco en la piel son amplios y están bien estudiados, estos están íntimamente relacionados con la dosis consumida y tienen un efecto sumativo con la luz solar. Haciendo que la piel pierda vitaminas y aminoácidos que le aportan brillo y elasticidad, tornándose en una piel manchada, acartonada y con aspecto deslustrado.

Existen muchas técnicas para tratar estos efectos, pero han de hacerse en múltiples sesiones de intensidad moderada para evitar complicaciones, así mismo la combinación de técnicas anti envejecimiento tienen un efecto sumativo beneficioso para el acabado final y son preferibles a la monoterapia.

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